Hago un arte de acción, creo ficciones e invito a los participantes a entrar en ellas, invento ceremoniales alrededor de la mesa. Cada convite es una manifestación efímera que trasciende lo objetual y requiere de un espectador que se involucre, que coma, que entre en escena y enriquezca con su aporte mi propio relato.
Mi obra en general es efímera como la vida misma. Trabajo con el concepto tiempo y memoria, con el par antitético de lo efímero y lo permanente. Nuestra vida es un continuo fluir, nuestro devenir es efímero. Somos tiempo, somos vida vivida, el verdadero sentido de lo permanente es nuestra rica experiencia vivencial y afectiva.
Me complace pensar que mi obra si bien efímera en su condición material, no desaparece completamente sino que permanece y deja huella como experiencia vivida en cada uno de sus comensales y que también renueva su ciclo y renace con nuevas formas y sabores para decir una y otra vez: “comeme, oleme, tocame, vivime, quiero permanecer en vos”.
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MIRIAM HECHT nació en Villa Mercedes, San Luis.
Es artista y psicóloga.
En sus obras propone encuentros con el otro donde los participantes van creando y transformando la obra, un "arte vivo". En dichas obras reflexiona sobre el tiempo y la memoria a partir de la utilización de materiales efímeros y explorando diversos campos: la instalación, el objeto, el video, las acciones y el banquete temático.
Se formó con diferentes maestros y realizó clínicas de obra con Mirta Kupferminc y con Mariana Rodríguez Iglesias. Actualmente, realiza clínicas de obra con Ariela Naftal y participa de una red física de artistas argentinas Máquina de Regar coordinado por Lucía Kuschnir.
Sus obras han sido exhibidas en diferentes lugares, destacándose Tacha Art Center, Galería de Arge Solange-Guez + Arte Contemporáneo, Eggo, Feria de arte; Centro de Exposiciones de Arte Contemporáneo La Casona de los Olivera; Centro Argentino de Arte Textil (CAAT).
Vive y trabaja en Buenos Aires, Argentina.
Creo que ahí con mi mamá, comencé con mis banquetes en un momento mágico de juego, amor y permiso. Nuestra obra duraba poco porque la devorábamos y sin embargo sigue estando presente a través de los años. Esta experiencia impregnada de significaciones personales me ha guiado para trabajar en el arte el concepto de lo efímero y lo permanente. Nuestro devenir es efímero, lo que permanece es la huella de nuestra rica experiencia vivencial y afectiva.Ver nota
Miriam Hecht inventa excusas para celebrar y arma convites exuberantes donde ella misma cocina, dispone el diseño de los platos para el banquete, arma una puesta en escena cuasi teatral y lleva adelante una performance donde la obra se reduce -literalmente- en la incorporación por parte de los asistentes, en la ingesta, en el acto mismo de transformar una pieza estética en parte de su ser.Ver nota